Si bien hablábamos en publicaciones anteriores sobre la tendencia actual es el uso de la madera al natural, lo cierto es que muchas veces se vuelve necesario teñirla.
Aquí lo significativo no son las marcas comerciales. Ellas podrán darte una mayor o menor calidad en tu trabajo. Lo que debes aprender a distinguir realmente serán los compuestos de los cuales estén fabricados, ya que de ello dependerá nuestro éxito a la hora de aplicar el acabado final.
Las maderas se han teñido desde la antigüedad, y su finalidad no solo ha sido estética, sino también para imitar maderas más preciadas (nogal), ocultar defectos y emparejar tonos disimiles. Propone así comunicarle un mejor aspecto (*)
Desde épocas muy antiguas, el uso de sustancias naturales para la producción de tintes de colores ha traspasado todas las esferas y regiones del mundo, y no solamente para teñido de mobiliario, sino que nos han acompañado a través del tiempo en el teñido de textiles por ejemplo (para más info sobre tintes naturales ver enlace al final del texto)
En el Siglo XIX, con la industrialización, se dio origen a los tintes sintéticos, haciendo que hoy en día se simplifique el teñido de maderas, consiguiendo de las más diversas marcas el preparado ya listo para usar, con la posibilidad de ser rebajado en diferentes disolventes.
No siendo así en los comienzos, donde eran utilizados productos naturales para aportar color, como nogalina, azafrán, cúrcuma, gomaguta o sándalo. O simplemente buscar la reacción química de la propia madera utilizando por ejemplo bicromato de potasio, amoníaco, agua oxigenada, entre otros.
Aquí es donde debemos comenzar a prestar mucha atención, dado la gran variedad de compuestos y disolventes que existen, sabiendo que no todos son compatibles entre si.
Para ello deberás tener en cuenta, la alteración propia de la sustancia aplicada y su reacción con la superficie a tratar; la reacción de los productos que sobre ella colocaremos a futuro, y los factores ambientales que ayudan al deterioro.
Estos medios para su aplicación, pueden ser al alcohol, al agua o al aceite.
Los TINTES AL AGUA penetrarán en la madera con mayor facilidad, pero también levantan la fibra. Pueden venir ya preparados en tarritos, listos para usar. O se pueden preparar con anilinas en polvo y agua.
Advertencia: Cuidado al aplicar porque la madera de testa suele absorber más la tinta y por ende quedar más oscuro.
Los TINTES AL ACEITE son aquellos de disolventes oleosos, como el aguarrás. No levantan la fibra, pero no son tan transparentes como las tintas al agua.
Advertencia: Pueden sangrar luego con la aplicación de ciertos barnices o cera.
Los TINTES AL ALCOHOL tampoco levantarán la fibra, pero son extremadamente volátiles, evaporan demasiado rápido, por lo que requieren un manejo seguro y hábil.
Recomendación: Ideal para pequeñas superficies y retoques.
Como verán no solo es cuestión de color, ya que la madera se colora cuando penetra el TINTE en la fibra. Absorbiéndolo por completo una vez evaporado el disolvente o médium, y esto es pasible de generar reacciones indeseadas. Por ello recomendamos leer bien las etiquetas de los productos a comparar e investigar los componentes de los productos.
(*) Guía práctica del barnizador de muebles – Seguí Fal
TINTES NATURALES: https://n9.cl/93hbw
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