Gastón comenzó a transitar sus primeros pasos en el trabajo con la madera por el año 2009. Previamente estaba abocado a trabajar en un comercio. “Siempre me gusto la historia y los edificios antiguos. Siempre me llamaron mucho la atención, y mi curiosidad me llevó a capacitarme cada vez más” comienza relatando su historia con mucho entusiasmo.
“Comencé en la Escuela Taller del Casco Histórico, estudié sobre limpieza técnica. Aprendí el oficio en diferentes talleres, con mucha lectura, realizando prácticas in situ en la Catedral, Basílica de San Francisco, el Ex Padelai, Museo Evita, Museo Fernández Blanco, entre otros. Y a finales del 2010 tuve la suerte de participar en la limpieza del mármol Rosso Verona en el museo ubicado sobre el Salón de Pasos Perdidos del Congreso Nacional”.
Hoy en día Gastón Romero forma parte del staff del Taller de Maderas, a cargo de la Jefa del Departamento de Restauraciones Nora Luzzi, perteneciente a la Subdirección de Obras y Proyectos de la Cámara de Diputados y cuya finalidad es la recuperación y preservación del patrimonio arquitectónico y cultural aplicando un criterio de restauración cuya prioridad fundamental es devolver al inmueble las condiciones originales de funcionalidad para las que fue creado.
“El equipo está conformado por más de ochenta personas encargadas de diferentes áreas. Maderas, falsos acabados, muros y edilicio, pintura a caballete, química, informes y relevamientos, fotografía”.
“Hace cuatro años que estoy como coordinador de maderas. Somos un grupo de doce personas, que actualmente por razones de COVID-19 nos encontramos distribuidos en distintos grupos de trabajo con los protocolos correspondientes, encargados de las intervenciones que se realizan en madera, sea mobiliario o aberturas, soportes estructurales, boiserie, pisos, entre otros” enumera.
“Últimamente intervenimos en los despachos, realizando conservaciones preventivas y restauraciones. Estamos realizando diferentes intervenciones en pisos de Roble de Eslavonia, Nogal y Maple, puertas, marcos y boisserie realizando los relevamientos previos y aplicando criterios idóneos que le devuelvan el aspecto original a los soportes, respetando la materialidad y utilizando productos reversibles, compatibles y perdurables en el tiempo”.
“En épocas recientes no existía la conciencia que se tiene hoy en día, con la cual se están revirtiendo esos deterioros. Se han recuperado los casetones en el recinto y restaurado sus muros, se devolvió el aspecto original al Salón Delia Parodi (2011) devolviendo sus colores originales, previo cateo de estratos” nos cuenta entusiasmado.
Nos señala que sobre lo que más le gusta trabajar es el mobiliario. Que el mueble que más lo tiene encantado, y que todavía no intervinieron, es el escritorio del presidente de la Cámara de Diputados. Un escritorio de fines del siglo XIX (circa 1890),que se encuentra en el Palacio desde 1906 (según documentación fotográfica) realizado por el destacado ebanista parisino François Linke, que cuenta con su firma original.
“Su diseño es réplica de un escritorio de Charles Cressent, ebanista y escultor francés, considerado el ebanista más célebre del S XVIII. Este escritorio es una copia del original utilizado en la firma del Tratado de Paz en Versalles en 1919 y cuyas rostros femeninos en bronce fueron realizados con los moldes originales de Cressent.”
“En lo que más hincapié se hace a la hora de trabajar es en el respeto por la historia, su contexto, avanzar con protocolos. Realizar un análisis exhaustivo de las patologías, la realización de las fichas, relevamientos fotográficos, el diagnóstico de las piezas, determinar un criterio real de intervención, y como última medida realizar la intervención” expresa muy determinante.
Lo vimos tan apasionado de su trabajo que le preguntamos qué siente al poder formar parte directa en la recuperación de una parte importante de la historia nacional, y nos revela que disfruta mucho es el instante previo al comienzo del día. “Me encanta trabajar en el Congreso. Me gusta llegar antes, solos mi café y yo, apuntar en mi libreta y escuchar ese silencio profundo que se siente cuando no hay nadie”.
“En una época tuvimos el taller temporal en el tercer hemiciclo, llegar y que esté todo oscuro, ser el primero en encender las luces, y tener el recinto a disposición con solo asomarme al balcón fue un momento grandioso. Ver el estrado, las bancas vacías, el vitral arriba, todo dormido esperando comenzar el día. Es un momento muy teatral donde se siente paz”.
Recuerda que cuando comenzó se vio frustrado por no reconocer diferentes maderas, o porque no salía dar un golpe con las gubias y lograba romper el trabajo, pero reflexiona que “con el tiempo y con paciencia le agarras la mano, aprendes a defenderte y perfeccionarte. No hay que tener miedo, es importante animarse, pero capacitarse, consultar para no empeorar la situación del objeto intervenido. Añadir conocimiento a la práctica diaria, hacer talleres, comenzar de abajo, con algo pequeño. Es la curiosidad quien te va a llevar a enriquecerte cada vez más”.
Para ver más sobre el escritorio estilo Regence de François Linke:
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Contacto: gastonromero1986@gmail.com
Restauración: ¿Cómo se preserva la historia y la arquitectura del Congreso? – Entrevista a Gastón Romero por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación
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