Toda actuación en un objeto o mueble, al igual que en una obra de arte, sea para su conservación o restauración, requiere la aplicación de una metodología determinada.
Esta metodología debe comprender, sin excepción, tres fases: el análisis filológico de la pieza, su diagnóstico y la efectiva intervención.
Este procedimiento tiene como finalidad garantizar el resultado a la hora de recuperar o mantener tanto la materia como la imagen del objeto.
Sin embargo, en el caso concreto de los muebles, las intervenciones rara vez responden al rigor metodológico necesario, omitiéndose casi sistemáticamente el acto de su análisis previo. Esto se debe en gran parte a la falta de formación de quienes los intervienen, cuyas intervenciones, por regla general, tienden a adaptarse al uso cotidiano y a hacerse fiel eco de los dictados de la moda.
Esto colisiona con la necesaria consideración del mobiliario como documento de importancia cultural, histórica y artística.
Por ello entendemos que es necesario conocer algunos puntos que pueden ayudarnos a la hora de intervenir los muebles. Comprenderlos ayudará a determinar si estamos capacitados para intervenirlos o debemos dejarlos de lado.
De su correcto análisis se desprenderá la mejor información posible y detallada, lo que permitirá establecer un diagnóstico adecuado para su intervención.
Baldini define ese análisis como “la identificación del objeto en su realidad, tal y como éste ha llegado a nosotros” y a través de él se tiene conocimiento y por tanto conciencia del objeto.(1)
Con éste primer análisis matérico, estilístico y formal, podremos saber si estamos ante un mueble antiguo o solo un viejo mueble con carga sentimental.
Es en este punto donde podremos saber con mayor conciencia si contamos con las herramientas y conocimientos necesarios para llevar adelante su intervención.
En tal caso elaboraremos un diagnóstico, definiendo la problemática del mobiliario, para poder así fijar los objetivos de la intervención y proyectar en líneas generales su proceso de restauración.
La respuesta al diagnóstico eficaz tiene como finalidad prioritaria la curación matérica de la obra y, en segundo lugar, la recuperación de su legibilidad en los casos en que ésta se vea comprometida.
Y para ello, la intervención deberá basarse siempre en unas inamovibles pautas de actuación….
(1) Baldini, Teoría del resutaro e unitá de metodologia 1981
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